Reseña biográfica
Roque Dalton García fue un escritor y periodista nacido en San
Salvador el 14 de mayo del año 1935, y fallecido en la misma ciudad el 10
de mayo de 1975. En su juventud se trasladó a la capital de Chile,
donde comenzó a estudiar Derecho, carrera que completó más tarde en su
tierra natal. A los veintidós años de edad viajó a Rusia, donde
participó de un festival internacional dedicado a los jóvenes, y allí se
encontró con muchas personas que más tarde se convertirían en grandes
figuras a nivel mundial, tanto en el ámbito de las letras como en el de
la política. Se lo considera como una de las figuras esenciales de la Generación Comprometida,
que surgió en El Salvador en los años 50 y promovió el interés por la
historia de su país, así como un cambio en la estética de su literatura.
Entre sus libros encontramos los poemarios "El turno del ofendido", "El mar. Variaciones" y "Taberna y otros lugares" (un interesante recuento en verso de sus experiencias en Polonia), y la novela "Pobrecito poeta que era yo...", entre otros.
Entre sus libros encontramos los poemarios "El turno del ofendido", "El mar. Variaciones" y "Taberna y otros lugares" (un interesante recuento en verso de sus experiencias en Polonia), y la novela "Pobrecito poeta que era yo...", entre otros.
ARTE POÉTICA 1974
Poesía
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras.
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras.
LOS LOCOS
A los locos no nos quedan bien los
nombres.
Los demás seres
llevan sus nombres como vestidos
nuevos,
los balbucean al fundar amigos,
los hacen imprimir en
tarjetitas blancas
que luego van de mano en mano
con la alegría
de las cosas simples.
Y qué alegría muestran los Alfredos,
los Antonios,
los pobres Juanes y los taciturnos Sergios,
los
Alejandros con olor a mar!
Todos extienden, desde la misma
garganta con que cantan
sus nombres envidiables como banderas
bélicas,
tus nombres que se quedan en la tierra sonando
aunque
ellos con sus huesos se vayan a la sombra.
Pero los locos, ay
señor, los locos
que de tanto olvidar nos asfixiamos,
los
pobres locos que hasta la risa confundimos
y a quienes la alegría
se nos llena de lágrimas,
cómo vamos a andar con los nombres a
rastras,
cuidándolos,
puliéndolos como mínimos animales de
plata,
viendo con estos ojos que ni el sueño somete
que no se
pierdan entre el polvo que nos halaga y odia?
Los locos no
podemos anhelar que nos nombren
pero también lo olvidaremos
AYER
Junto al dolor del mundo mi pequeño dolor,
junto a mi arresto colegial la verdadera cárcel de los hombres sin voz,
junto a mi sal de lágrimas
la costra secular que sepultó montañas y oropéndolas,
junto a mi mano desarmada el fuego,
junto al fuego el huracán y los fríos derrumbes,
junto a mi sed los niños ahogados
danzando interminablemente sin noches ni estaturas,
junto a mi corazón los duros horizontes
y las flores,
junto a mi miedo el miedo que vencieron los muertos,
junto a mi soledad la vida que recorro,
junto a la diseminada desesperación que me ofrecen,
los ojos de los que amo
diciendo que me aman.
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